El
arte de resolver problemas
Para
cada problema, debe buscarse la solución más sencilla posible
Por Gabriel Di Nicola
Problema 1.
Cuando la NASA comenzó con el lanzamiento de astronautas al espacio,
descubrieron que los bolígrafos no funcionarían en el espacio, con
gravedad cero, pues la tinta no bajaría hasta la superficie en que se
deseara escribir.
Solución A): Resolver este problema, les llevó 6 años y 12
millones de dólares. Desarrollaron un bolígrafo que funcionaba bajo
gravedad cero, al revés, debajo del agua, prácticamente en cualquier
superficie incluyendo cristal y en un rango de temperaturas que iban
desde abajo del punto de congelación hasta superar los 300 grados
centígrados.
Solución B): ¿Y qué hicieron los rusos?
¡Los rusos utilizaron un lápiz!
Problema 2.
Uno de los más memorables casos de estudio de la gestión japonesa fue
el caso de la caja de jabón vacía, que ocurrió en una de las más
grandes empresas de cosmética de Japón. La compañía recibió la queja
de un consumidor que compró una caja de jabón y estaba vacía...
Inmediatamente las autoridades aislaron el problema a la cadena de
montaje, que transportaba todas las cajas empaquetadas de jabón al
departamento de reparto. Por alguna razón, una caja de jabón pasó
vacía por la cadena de montaje. Los altos cargos pidieron a sus
ingenieros que encontraran una buena y rápida solución del problema.
Solución A): De inmediato, los ingenieros se lanzaron a su
labor para idear una máquina de rayos X con monitores de alta
resolución manejados por dos personas y así vigilar todas las cajas de
jabón que pasaran por la línea para asegurarse de que no fueran
vacías. Sin duda, trabajaron duro y rápido.
Solución B): Cuando a un empleado común en una empresa pequeña
se le planteó el mismo problema, no entró en complicaciones de rayos
X, robots, equipos informáticos o complicados; en lugar de eso planteó
otra solución: Compró un potente ventilador
industrial y lo apuntó hacia la cadena de montaje. Encendió el
ventilador, y mientras cada caja pasaba por el ventilador, las que
estaban vacías simplemente salían volando de la línea de producción.
Problema 3.
Un magnate hotelero viajo a una ciudad Hindú por segunda vez en un año
de distancia de su primer viaje. Al llegar al mostrador de un hotel
inferior en estrellas a los de su cadena, el empleado le sonríe y lo
saluda diciéndole: ¡Bienvenido nuevamente señor!, ¡que bueno verlo de
vuelta en nuestro hotel; sorprendido en gran manera ya que a pesar de
ser una persona tan importante, le gusta el anonimato y difícilmente
el empleado tendría tan buena memoria para saber que estuvo allí un
año antes, quiso imponer el mismo sistema en su cadena de hoteles ya
que ese simple gesto lo hizo sentir muy bien. A su regreso
inmediatamente puso a trabajar en este asunto a sus empleados para
encontrar una solución a su petición.
Solución A): La solución fue buscar el mejor software con
reconocimiento de rostros, base de datos, cámaras especiales, tiempo
de respuesta en microsegundos, capacitación a empleados, etc. Etc. Con
un costo aproximado de 2.5 millones de dólares.
Solución B): El magnate prefirió viajar nuevamente y sobornar
al empleado de aquel hotel para que revelara la tecnología que
aplican. El empleado no acepto soborno alguno, sino que humildemente
comento al magnate como lo hacían, y el dijo: "Mire señor,
tenemos un arreglo con los taxistas que
lo trajeron hasta acá, ellos le preguntan si ya se ha hospedado en el
hotel al cual lo está trayendo, y si es afirmativo, entonces cuando el
deja su equipaje aquí en el mostrador, nos hace una señal, y así se
gana un dólar".
Moraleja:
¡No compliques tu trabajo!..
¡Concibe la solución más simple al problema... y aprende a
centrarte en las soluciones, no en los problemas!
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