La entrevista de ventas: Cómo hacer una apertura
profesional de la
entrevista
Una apertura de entrevista de calidad nos brinda la información que
necesitamos para vender
Por Edgardo Frigo
Usted es un vendedor de servicios, ha conseguido una entrevista con un
potencial cliente, y acaba de instalarse frente a él.
Este, el de la APERTURA DE LA ENTREVISTA, es el momento de establecer las
condiciones necesarias para lograr su interés y colaboración.
Descuento que usted es una persona cortés y socialmente desenvuelta. Al
comenzar el encuentro se presenta, entrega al entrevistado su tarjeta de
visita, recibe la de la otra persona y la deja sobre la mesa –con lo que se
previenen los incómodos silencios que se producen cuando uno se olvidó el
nombre de la persona con quien está hablando–, presenta a su organización si
corresponde y expone los motivos de su visita.
Debe quedar claro que valoramos el tiempo y la atención del entrevistado. Él
nos recibió porque cree que podemos aportarle algún valor.
TENGA EN CUENTA: ¡Usted NO ESTÁ MOLESTANDO a esa persona. Va a proponerle
valor!
Esto debe ser refrendado en los momentos iniciales del encuentro, al tiempo
que buscamos generar el ambiente de diálogo y confianza necesario para
mantener una entrevista productiva para ambos.
DETERMINACIÓN DE NECESIDADES
El siguiente paso es determinar EXACTAMENTE QUÉ necesita esta persona.
Muchos creen que los buenos vendedores son grandes charlatanes. Frente al
cliente, esta clase de “vendedores” literalmente arrollan al otro con
palabras sobre las maravillas que logra su producto. En servicios
profesionales esto es no sólo poco eficaz; suele ser contraproducente.
En la entrevista de ventas, un aspecto crítico es averiguar qué desea y qué
necesita nuestro interlocutor. Esto luego nos permitirá adecuar la
presentación de nuestros servicios de modo pertinente.
Por ello, en éste momento la actitud conveniente es la de preguntar y
escuchar. Debemos saber si el cliente sabe algo sobre nuestro servicio y
conocer y comprender sus necesidades. Generalmente lo logramos con preguntas
abiertas... y escuchando todo lo que él dice.
A veces necesitaremos aclaraciones o precisiones, ya que no debemos
quedarnos con ninguna duda: debemos comprender completamente las necesidades
de esa persona, y para confirmar que hemos comprendido su situación podemos
hacer un resumen de esta situación y necesidades pidiendo la confirmación
del entrevistado. Hasta que no hagamos esto, no podemos avanzar con la
entrevista.
¿Cómo saber si hemos logrado nuestro objetivo en este
paso?
Si es así, contamos con la información necesaria
para presentar nuestros servicios en términos de los beneficios que está
buscando esa persona, y que responden a sus necesidades específicas.
Una vez que sepamos qué busca esa persona, estamos en condiciones para
presentar adecuadamente nuestro servicio, base para lograr el interés y el
deseo de nuestro interlocutor.
El
autor, Prof. Edgardo Frigo, consultor especialista en gerencia de
Seguridad,
preside
el Foro Latinoamericano de Seguridad.
Vea
sus antecedentes en www.forodeseguridad.com/frigo.htm