Cómo proteger la información
confidencial de la empresa
La pérdida de información confidencial puede dañar
la competitividad empresarial
Por Daniel Morinelli
Cuando los ejecutivos de una empresa se reúnen en la sala de juntas
para discutir temas de importancia estratégica, no saben lo
vulnerables que son. Ni siquiera imaginan la tecnología que puede ser
usada en su contra.
En nuestra región todavía no tenemos conciencia que existen verdaderos
traficantes de datos que utilizan tecnología sofisticada para escuchar
líneas telefónicas o colocar cámaras o micrófonos ocultos en despachos
públicos o privados ya sea por encargo, o para vender al mejor postor
esta información valiosa.
Estas tecnologías están al alcance de cualquier persona. Hoy
cualquiera puede ser espía, pues este tipo de equipos son fáciles
obtener y de operar.
Robo
de información y competitividad empresarial
Un importante empresario que participaba frecuentemente en
licitaciones comenzó a darse cuenta que por un motivo u otro perdía
las licitaciones, y no era justamente por falta de conocimiento o
porque sus propuestas estaban fuera de contexto.
Empezó pues a tomar medidas de seguridad porque suponía que tenia
dentro de su organización un informante que le trasmitía a sus
competidores datos estratégicos de sus propuestas comerciales.
Lo primero que hizo fue separar en seis partes los contenidos de la
licitación y dársela a seis de sus empleados de su confianza que no
trabajaban en el mismo lugar físico y no tenían contacto entre ellos,
y a la vez, asegurarse que la transcripción en el papel de las ofertas
lo realicen otras tantas personas que no tenían conocimiento de lo que
se trataba. Una vez unidas todas las partes, las discutía con sus
asociados en la sala de reuniones de la empresa.
Cuan grande fue su sorpresa que nuevamente su competidor le ganó la
licitación porque ofrecía mejor precio, mejores condiciones, y menos
tiempo de entrega. Una luz roja de alarma se encendió delante de sus
ojos, y con justa razón, pues había tomado distintas acciones de
seguridad y sin embargo nuevamente se había filtrado información.
Al hacer una auditoria ("Barrido Electrónico") en la sala de juntas se
encontró un inocente y sofisticado adorno, que él había recibido meses
atrás como regalo empresarial, y que contenía una cámara oculta de
audio y video que vigilaba la sala de juntas las 24 horas. Su línea
directa de teléfono estaba intervenida con un micrófono que trasmitía furtivamente sus llamados.
La práctica del espionaje electrónico se ha
vuelto común no solo para obtener datos y utilizarlos para beneficio
comercial, sino, también para hacer inteligencia sobre una empresa y
saber cuando se pagan los salarios, cuando se realizan transacciones
importantes en dinero efectivo o conocer el stock de mercadería
valiosa.
Por ello, proteger la información confidencial en una empresa es la
garantía para desarrollar su actividad plenamente y sin sobresaltos...
y como siempre. el secreto es la mejor defensa
Daniel
Morinelli es experto argentino en seguridad. Gracias!