La Gerencia de Seguridad entre la
teoría y la práctica
El desafío de los gerentes de seguridad
Por Ricardo Mario Ruarte
La función del gerente conlleva variadas actividades dirigidas a
maximizar la producción por medio de medidas que configuren un
escenario de riesgos controlados o controlables y a impedir las
acciones de posibles amenazas que afecten el patrimonio. Para ello,
ningún recurso que se encuadre en las normas de la organización deberá
ser descartado, por el contrario, toda herramienta útil que contribuya
a la finalidad de su función será bienvenida.
En el delicado camino de pensar y concretar un determinado “Plan”, las
tareas son innumerables Todo plan aplicable responde positivamente a
los requisitos de Aptitud, en función a la coherencia con el fin
buscado, la Factibilidad; en relación a los recursos con que se cuente
y la Aceptabilidad que surge del balance costo - beneficio.
Planes de contingencias; Seguridad Ambiental; Planes de Barreras,
Planes de Operaciones del Sistema de Vigilancia Fijas y móviles, Plan
de Control de Movimientos deberían sortear estas premisas. Además de
ello existe una condición especial a verificar, la validez, la cual
surgirá de acertadas ponderaciones realistas.
Como dotar al plan de “validez” es un verdadero problema ya que si
sustentamos nuestra tarea exclusivamente por la teoría, la concepción
del planeamiento carecerá de aplicabilidad.
El conocimiento teórico sobre los métodos de desarrollo de
planeamiento establecerá las pautas básicas, organizará el trabajo
orientando acciones, sin embargo, ello será un punto de partida
constituyendo solo el esqueleto de lo que deberemos estudiar. La
medula de nuestras ideas deben estar plasmadas operativamente y eso no
es trabajo sencillo
Á aquel que ocupe un puesto directivo se le presentarán alternativas
al momento de diseñar los parámetros y contenidos de un plan. La
teoría aconseja, en términos generales, ser preciso, claro, detallado,
aplicando palabras simples, etc. La pregunta ampliatoria en Para quien
o quienes, en que situación, ante cual reacción, ante que suceso. Es
allí donde la experiencia, el conocimiento y la imaginación cobran
especial importancia y de la confluencia balanceada de estos
parámetros emergerán las directivas eficaces.
Actualmente existe una oferta académica importante para llevar
adelante el desafío de planear. En este artículo propongo incorporar
en ellas a tres disciplinas que cobran especial importancia en las
tareas de seguridad: La prospectiva, la empatía y el pensamiento
lateral.
La prospectiva
Es la ciencia que analiza a través de ángulos de incidencia los
comportamientos derivados y sus consecuencias. Aplicando un proceso de
acción – reacción, se despliega una sucesión de hechos potenciales
capaces de presentarse en distintos plazos según sea el objetivo del
estudio.
Existen distintos métodos, entre otros, podemos mencionar aquellos
basados en estadísticas, cálculo de probabilidades, consultas de
expertos y proyecciones supuestas.
El Director de Seguridad debe realizar su análisis de prospectiva en
forma dinámica y permanente. En algunos casos se relaciona la
prospección con el largo o el mediano plazo dejando de lado los
aspectos del corto plazo catalogándolo como coyunturales. En cierta
forma es aplicable a por ejemplos, estudios económicos, sin embargo,
la gerencia de seguridad debe pensar la prospectiva como “la
determinación de hechos que aceleran la evolución de una situación y
la previsión de las consecuencias derivadas”.
La tarea no es sencilla ya que la presencia de sujetos actores
internos o circunstanciales, que responderán de distintas maneras, y a
los objetos influyentes que variaran cotidianamente incrementará la
complejidad de los estudios. La prospectiva inmediata y mediata, son
verdaderos desafíos.
La Empatía
La empatía es parte de la inteligencia emocional que nos hace entender
las conductas de quienes nos rodean mediante la capacidad de
experimentar la realidad subjetiva de otro individuo sin perder de
perspectiva, el propio marco de la realidad,
Es uno de los elementos claves para interpretar y definir conductas y
constituye un rasgo característico de las relaciones interpersonales
exitosas
La empatía es fundamental en la comunicación humana y cuanto más aún
en la determinación de procedimientos de seguridad. Los actores
presentes en una situación compleja no solo involucran a individuos o
grupo de ellos que forman parte de la planta interna, sino que,
profundizando la confusión, partícipes eventuales se sumarán a los
hechos ejerciendo una enorme influencia que condicionará la eficiencia
de las medidas preventivas adoptadas.
Un director de seguridad empático será capaz de leer la información
intangible e invisible a los sentidos del común de la gente.
Atendiendo al lenguaje corporal, gestos, tonos de voz, aspectos de los
ojos, a la algarabía o al silencio. Debe decodificar lo que ocurre y
lo que ocurriría habitualmente o en forma extraordinaria cuando la
presión de un hecho modificase la realidad y actuar en consecuencia.
El reajuste operativo puede tener en la empatía una herramienta eficaz
para leer una situación, determinar riesgos o amenazas y prevenir
consecuencias sobre la base de cómo asumirían y reaccionarían las
personas involucradas.
El pensamiento lateral
De Bono define el "Pensamiento lateral" como un conjunto de métodos de
pensar que permiten cambiar conceptos y percepciones y aumentar la
creatividad. Es una colección de teorías de "pensamiento divergente”
El Pensamiento Convergente según Guilford se desplaza en una sola
dirección, por límites concretos en búsqueda de una solución basándose
en lo lógico y lo racional, aspectos que son muy importantes pero
insuficientes.
El gerente de Seguridad se enfrenta a la inventiva de quienes
pretenden vulnerar los sistemas de protección y de actos y hechos
relacionados en forma casi aleatorios. Sumado a ello, algunas
contingencias podrán ser cruciales, por ejemplos las provocadas por
comportamientos extraordinarios del medio ambiente. Hemos escuchado
decir, “era inimaginable que ocurriese…”, pues bien, pensar
lateralmente lo hará imaginable y aportará inéditas perspectivas.
Es por ello que la aplicación de la creatividad, el ingenio y la
perspicacia, propio del pensamiento divergente, unidos a la lógica del
razonamiento convencional constituirán una herramienta de alta
utilidad para prevenir y solucionar problemas.
Las amenazas serán novedosas e innovadoras por ello no hay que cercar
el pensamiento paras enfrentarlas
Conclusión
Mejorar los resultados de prevención y control de daño al patrimonio y
a las operaciones es el fin buscado. Si para enfrentar retos una
organización sostiene una estructura rígida en sus líneas de
pensamientos, no percibirá acertadamente sus problemas.
Adelantar los acontecimientos es todo un desafío. La prospectiva de
seguridad no puede ser ajena a las personas y sus características. La
empatía otorgará respuestas sobre la reacción de individuos y de los
grupos. El pensamiento lateral ampliará el horizonte de problemas y
soluciones.
Los escenarios no siempre se configuran de manera lineal, sino que la
creatividad de las amenazas es un factor crucial a tener presente y
por lo tanto hay que enfrentarlas con sus mismas armas. El pensamiento
lateral aportará al planeamiento una prospectiva inmediata o mediata
advirtiendo hasta lo insólito, sin embargo, posible.
En resumen, cualquier “Plan de Seguridad”
además de ser, entre otras condiciones, claro, conciso, detallado como
aconseja la teoría, debería concebirse de manera tal de llevar
adelante una real prospectiva de seguridad inmediata y mediata, siendo
empático con las personas diseñando directivas que les transfieran
seguridad al percibir que se entiende su situación e incorporar el
análisis y soluciones novedosas sin restringirse a patrones
establecidos.
“Solo descubriendo una generosa cantidad de preguntas y respuestas
cobrará validez el plan diseñado”.
Ricardo Mario Ruarte, CPP,
es experto argentino en seguridad. ¡Gracias!