Los subsidios ocultos en la empresa
Los
subsidios internos ocultos disminuyen las ganancias de la empresa. ¿Cómo descubrirlos, y cómo eliminarlos?
Por Edgardo Frigo
Muchas empresas se dedican a varios negocios conexos pero diferentes. En
cada negocio se pueden distinguir distintos segmentos, no todos los
cuales son igualmente rentables. Para mejorar la rentabilidad de
cualquier empresa primero hay que comprender cual es el esquema de
segmentos a los que sirve, y luego analizar la verdadera rentabilidad de
cada segmento.
Un segmento es una parte de la demanda a la que una empresa proporciona
un producto o servicio diferenciado. Esta diferencia puede estar en la
clase de producto o servicio, en la forma en que se lo proporciona o en
la rentabilidad que se obtiene por él. Frecuentemente distintos clientes
para el mismo producto constituyen segmentos distintos, y sus
rentabilidades pueden ser muy diferentes.
Podemos ejemplificar lo anterior con el servicio de correos: el envío de
una carta simple a través del Correo Argentino cuesta un peso
(aproximadamente 30 centavos de dólar), tanto si desde la Capital
Federal la enviamos a la vereda de enfrente (a 20 metros de distancia)
como si la enviamos a Tierra del Fuego (a 3,200 kilómetros de
distancia). Pero para el Correo Argentino, las cartas entregadas dentro
de la Capital Federal constituyen un segmento mucho mas rentable que las
enviadas desde la Capital Federal a Tierra del Fuego. Por esto, pese a
que el servicio proporcionado es aparentemente el mismo, estos dos
ejemplos para el Correo constituyen dos segmentos de demanda claramente
diferenciados.
Cuando vendemos el mismo servicio a clientes esencialmente similares,
también pueden darse situaciones como ésta: un cliente acepta nuestro
servicio sin grandes discusiones en cuanto a calidad o precio, mientras
que otro discute todo, pide continuamente adaptaciones y ajustes del
servicio y luego nos exige un esfuerzo de cobranza porque paga tarde y
mal. Estos dos clientes evidentemente se encuentran en segmentos
diferentes de nuestra demanda, y de ellos se obtienen rentabilidades muy
distintas. Si el mismo servicio puede brindarse con variantes de
distinto valor agregado, precio o posicionamiento, también representan
distintos segmentos.
¿DÓNDE SE GANA EL DINERO?
Una vez definidos los segmentos, hay que averiguar que ganancia deja
cada uno. Para esto hay que conocer las ventas por cada segmento, y
luego asignar los costos de algún modo razonable.
No todos los segmentos representan iguales costos: algunos requieren
mayor apoyo de publicidad, son mas caros de producir, involucran mayor
logística o requieren mayor dedicación de los vendedores o de la
gerencia.
La asignación de costos por segmento puede ser un poco mas complicada
que la asignación de ventas, porque la información contable a veces es
difícil de desagregar de modo útil. Pero aunque el sistema contable no
esté preparado para abrir los costos de modo adecuado, para ésta tarea
será suficiente asignarlos de modo aproximado ("a ojo de buen cubero").
Esta información permitirá hacer un cálculo, aproximado pero útil, del
beneficio sobre ventas que se obtiene de cada segmento. También se puede
conocer el rendimiento sobre capital invertido, si se puede calcular
cuanto dinero fue invertido en cada segmento.
Conocer los beneficios por segmento suele dar grandes sorpresas. Se
suele descubrir que hay segmentos mucho mas rentables de lo que se
creía, y que algunos negocios antiguos y estimados en realidad son
neutros o causan pérdida.
CRECIMIENTO Y PARTICIPACIÓN
Para analizar adecuadamente la cuestión de los subsidios ocultos, no es
suficiente saber si con algún negocio se gana o se pierde dinero hoy. Lo
importante es ver si las inversiones que estamos realizando en negocios
que hoy no dan ganancias tienen sentido. Para verlo podemos usar un
sencillo diagrama desarrollado por el Boston Consulting Group, que
brinda información interesante para la toma de decisiones.
- En uno de los ejes representamos el crecimiento esperado para el
segmento, una buena estimación expresada como porcentaje anual.
- En el otro eje se representa la participación relativa en ese
segmento, comparando cuánto se vende con relación al líder del segmento;
aunque el volumen de ventas del mayor competidor no se conozca con
precisión puede usarse una estimación aproximada.
Si se vende la décima parte
que el líder la participación relativa de mercado (PRM) será de 0,1 X;
si se vende lo mismo es de 1X, y si la empresa propia es líder del
mercado y vende diez veces más que el segundo su PRM es de 10 X. El
gráfico resultante es similar al siguiente:
- En el cuadrante 1 se ubican los negocios llamados "estrellas".
Aquí la empresa tiene una posición dominante en un mercado que crece
rápidamente. Si se consigue mantener el liderazgo cuando el mercado
madure, el negocio brindará buenas ganancias. Por lo tanto son negocios
consumidores de fondos (en términos de desarrollo de producto,
marketing, etcétera(, fondos en general proporcionados por las vacas
lecheras.
- En el cuadrante 2 se encuentran los negocios llamados "vacas
lecheras". Son negocios en los que la empresa es líder en mercados
estabilizados o que han llegado a su madurez. Estos negocios
proporcionan fuertes beneficios, y en general son los que mantienen a
toda la empresa... y subsidian a los demás.
- En el cuadrante 3 se sitúan los negocios "perro", que tienen
posiciones competitivas débiles en mercados que crecen poco. Con
frecuencia son los negocios con los que se inició la empresa, y que
antes daban plata pero fueron declinando lentamente. Suelen no hacer
ganar ni perder demasiado dinero. Para tomar una decisión sobre ellos se
debe analizar de qué clase de perro se trata. Se puede decidir mantener
un negocio "perro" por conveniencia (como la empresa Ford mantenía al
modelo Falcon en los últimos tiempos, usándolo como "perro de imagen"
aunque con él ya no se ganara dinero), o debe ser eliminado si se trata
de un "perro rabioso" que deteriora el prestigio de la empresa.
- En el cuadrante 4 se sitúan los negocios "signos de interrogación".
Se trata de mercados en fuerte crecimiento, pero en los que la empresa
tiene una posición débil. Cada uno de estos negocios merece su propio
análisis: en algunos casos se puede buscar ganar una posición de mercado
fuerte, que luego proporcionará rentabilidad. Pero muchas veces la
posición de mercado nunca mejora, y todo lo que se hace es tirar el
dinero.
VOLVIENDO A LOS SUBSIDIOS
Este diagrama permite comprender con qué negocios se gana dinero - las
vacas lecheras - y cuales están equilibrados o causan pérdidas. Cuando
estas pérdidas no han sido asumidas sobre una base razonable, se ha
generado un esquema de ineficiencia y subsidios ocultos. Un análisis
como el propuesto permite descubrir estos esquemas (muy extendidos, por
ejemplo, en empresas de servicios) y decidir qué hacer con cada negocio.
Ahora bien: es imprescindible comprender el origen del flujo actual de
fondos: con qué se gana o se pierde dinero hoy. Luego de conocerlo hay
que decidir qué hacer con cada negocio de la empresa. Se debe tomar en
cuenta otros elementos tales como el punto de vista de los directivos
sobre la evolución futura de cada mercado, la posición competitiva en
cada segmento y su tasa esperada de crecimiento, las acciones mas
probables de competidores y clientes, etcétera.
En
general suele ser recomendable:
- Ver la posibilidad de convertir a los negocios "signo de interrogación"
y "perro" en "estrellas" o "vacas" y eliminar a los que se encuentren en
mercados poco atractivos, en los que no se pueda alcanzar una buena
posición competitiva, que deterioran la imagen de la organización o que
consumen fondos innecesariamente.
- Dar apoyo a las "estrellas" más promisorias buscando convertirlas en
"vacas lecheras" cuando su mercado madure.
- Ordeñar adecuadamente las "vacas lecheras" evitando que se sequen y
buscando que, de ser posible, tengan "terneros" (negocios derivados
productores de efectivo).
- Eliminar todos los subsidios ocultos en la empresa.
En las etapas iniciales de
su desarrollo todo negocio consume fondos, y debe ser subsidiado por
otros negocios de la empresa o con aporte de capital de los
propietarios. Pero toda decisión de invertir fondos en un negocio debe
ser tomada conscientemente, por una razón concreta y justificable. De
otro modo sólo sirve para ocultar ineficiencias que deterioran la
competitividad y las ganancias de toda la organización.
El autor de este artículo, Prof. Edgardo Frigo,
es consultor especialista en management de Seguridad, experto en capacitación y director de este Foro
Profesional.
Vea sus antecedentes en https://www.forodeseguridad.com/frigo.htm
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