Cómo hacer reingeniería en la empresa
Cómo implementar procesos
exitosos de cambio en la empresa
Por Edgardo Frigo
Muchas empresas están buscando introducir cambios significativos en la
forma en que hacen las cosas. Sus directivos son personas capaces y
bien intencionadas, frecuentemente cuentan con los recursos
necesarios, en ocasiones contratan consultores reconocidos, y la mayor
parte del personal también desea hacer las cosas mejor. Sin embargo,
así y todo la mayor parte de los esfuerzos de cambio fracasa.
Una gestión adecuada del cambio disminuye sus costos materiales y
humanos, mejora sustancialmente el clima organizacional, y permite que
su desarrollo gane velocidad y profundidad. Para ello es
imprescindible realizar un diagnóstico adecuado previo a la acción.
Este análisis, por sobre todo, debe evitar caer en enfoques parciales
o simplistas de la situación.
Cuáles
son las razones para iniciar un proceso de reingeniería
En general la necesidad de cambio se impone cuando surgen problemas:
no se vende, se pierden mercados, no se crece al mismo ritmo que los
competidores, aparecen dificultades financieras, los clientes se
quejan de la calidad de los productos, los costos siguen aumentando o
el personal “perdió motivación”; puede haber docenas de causas, pero
su denominador común es una sensación de insatisfacción con el
desempeño actual.
Esta sensación puede no ser compartida por todo el equipo directivo;
con frecuencia hay una parte del equipo más sensible, entrenada o
perceptiva que llama la atención de la organización: no podemos seguir
así, “algo hay que hacer”.
En el peor de los casos se llega la necesidad de un cambio por la
aparición de una crisis importante, que puede amenazar la
supervivencia misma de la organización.
Cuáles
son las respuestas habituales ante las necesidades de cambio
Las tres respuestas clásicas al reclamo de cambio son:
NEGAR EL PROBLEMA:
Muchos directivos directamente están ciegos a todo
lo que no coincida con su propia percepción de la situación de la
empresa, o creen que la mala situación se trata solamente de un “mal
momento”, que ya va a pasar. Ellos “conocen el mercado”, “saben como
son estas cosas” y, por supuesto, conocen el negocio mejor que sus
subordinados. Esto les parece lógico: por algo están arriba.
ATACAR EL SÍNTOMA:
Cuando aparece un problema en el área de marketing
y ventas, hay que a) Echar al gerente y traer a otro que sepa, o b)
Contratar a un consultor en marketing. Lo mismo ocurre con los
problemas financieros, de calidad, costos, recursos humanos o
cualquier otro. Se emprenden procesos de capacitación, calidad total o
reingeniería, o se busca bajar los costos “eliminando grasa” -y la
grasa siempre son otras personas-. Cuando se elige atacar el síntoma,
generalmente se parte de una visión fragmentada de la organización. Se
percibe que hay una función que se está realizando mal y hay que
mejorarla; se considera que la organización va a tener un desempeño
adecuado si se soluciona el problema funcional de ese momento.
RESOLVER EL PROBLEMA DE FONDO:
Remediar la situación implica abordarla
desde un enfoque sistémico, evitando la fragmentación funcional. En
este caso se trabaja sobre la organización completa, no sobre sus
resultados; y por sobre todo, se busca que la organización, al final
del proceso, gane nuevas capacidades que eviten que en el futuro
aparezcan problemas similares.
Cómo
se debe iniciar un proceso de reingeniería
Un enfoque sistémico de los problemas de una organización evita gastar
tiempo y dinero en soluciones parciales, generalmente ineficaces.
Cuando se aborda a la organización del modo adecuado se consigue:
1. Instalar nuevas habilidades,
2. Se gana la capacidad para usar mejor los
recursos disponibles, y
3. Se alcanzan condiciones adecuadas para que
cada colaborador pueda hacer un trabajo más eficaz, satisfactorio y
productivo.
Para esto se requiere una decisión política
clara desde la presidencia, un enfoque multidisciplinario del
problema, y el compromiso personal visible del equipo directivo. El
fracaso del cambio está garantizado si se permite que una parte del
estrato gerencial o directivo se oponga al proceso, de modo frontal o
solapado.
Con gran frecuencia, la etapa inicial de diagnóstico suele requerir
ayuda externa. Cuando la propia organización es capaz de realizar un
diagnóstico correcto por sí misma, en general no llega a las
situaciones críticas de las que estamos hablando.
A partir de este diagnóstico se pone en marcha un plan de trabajo, y
se realiza la evaluación y seguimiento del proceso.
El autor de este artículo, Prof. Edgardo Frigo,
es consultor especialista en management de Seguridad, experto en capacitación y director de este Foro
Profesional.
Vea sus antecedentes en https://www.forodeseguridad.com/frigo.htm