Estructura del sector de la
Seguridad Privada - 7
Poder negociador de los clientes
Por Edgardo Frigo
Los clientes pueden influir de muchos modos en la rentabilidad de una
empresa.
En algunos segmentos existen pequeños clientes individuales que
carecen por completo de poder negociador, por ejemplo los de monitoreo
de alarmas hogareñas.
Pero los mayores clientes institucionales –tales como por ejemplo las
grandes empresas automotrices–, de servicios –por ejemplo los bancos–
y los grandes clientes públicos tienen gran poder negociador frente a
la mayoría de las empresas de prestación de servicios de Seguridad:
pueden negociar descuentos de precios, mayores plazos de pago, mejoras
en la calidad de servicio, servicios adicionales no habituales y
muchas otras ventajas.
Esto, como en todo sector económico, es particularmente importante en
distintas circunstancias:
CONCENTRACIÓN DE COMPRADORES
Los compradores ganan poder negociador cuando están concentrados o
compran en grandes volúmenes. Este es el caso de los mayores grupos
empresarios, las cadenas de shopping centres, los bancos con cientos
de sucursales, las principales empresas de prestación de servicios
públicos, etcétera.
PRODUCTO POCO DIFERENCIADO
Cuando el servicio que prestan las empresas competidoras no está
suficientemente diferenciado, se comporta como una "commodity" y se
compra por precio. Esto ocurre con muchos de los servicios del sector
particularmente en Seguridad Física, varios segmentos de Seguridad
Electrónica, transporte básico de caudales, consultoría,
investigaciones y entrenamiento de baja complejidad, etcétera.
Las organizaciones que han logrado alguna clase de diferenciación
pueden cobrar aranceles superiores, aunque en los últimos tres años el
margen diferencial de precio se ha reducido drásticamente.
COSTO DE CAMBIO DE PROVEEDOR
Cuando cambiar de proveedor no tiene un costo importante para el
cliente, éste gana poder negociador. Cambiar de proveedor de servicios
de Seguridad en mercados tan indiferenciados casi no tiene costo para
la mayor parte de los clientes. Esto representa un fuerte factor
disuasivo para el aumento de precios, y obliga a los proveedores a una
continua renegociación de precios desde una posición de debilidad,
incluso frente a sus clientes estables.
POSIBILIDAD DE INTEGRACIÓN HACIA ATRÁS
Existen clientes con la posibilidad cierta de “integrarse hacia atrás”
para brindarse su propio servicio de Seguridad.
Este es el caso de cualquier gran cliente institucional que decida
contratar su propio personal de Seguridad. Ha habido numerosos casos
en este sentido, de grandes clientes institucionales que deciden
organizar su propia seguridad luego de sufrir experiencias
desafortunadas con compañías de Seguridad contratadas.
En los segmentos más indiferenciados de la oferta, tales como los
servicios básicos de guardias de Seguridad o de Seguridad Electrónica,
que el cliente se integre hacia atrás y produzca sus propios servicios
de Seguridad no resiente la calidad de estos servicios. De hecho, en
algunos casos estos servicios propios son de muy alta calidad,
equiparables a los mejores del mercado.
Pero en Seguridad, al igual que en cualquier otro sector económico, no
existe la magia. Cuando un cliente decide montar su propia estructura
de seguridad y obtiene un servicio mejor que el que le prestaban las
empresas de Seguridad Privada contratadas, seguramente también sus
costos son más altos que los que pagaba. Ocurre que, en general, aquí
hay un fuerte componente de costos ocultos y de subsidios cruzados,
que no existe cuando se contrata a un proveedor externo.
BAJAS GANANCIAS DE LOS CLIENTES
Los clientes que ganan mucho dinero tienden a preocuparse menos por
sus costos de Seguridad. En cambio cuando los clientes tienen baja
ganancia, tratan de minimizar todos sus costos. Esto ocurre con muchos
clientes institucionales que están en dura competencia en sus propios
mercados, y buscan negociar fuertes descuentos en los precios de todos
sus proveedores, sobre todo en los más fácilmente presionables, que
son los que venden commodities.
El tema es que en Seguridad, a diferencia de lo que ocurre en otros
sectores económicos, las empresas del sector no pueden trasladar a sus
proveedores (que en SF son casi por completo mano de obra) los
descuentos que hacen a sus clientes. Si un cliente paga aranceles
inferiores a los de práctica en el sector, la empresa de Seguridad no
puede negociar bajas de salario con sus empleados, porque ya paga el
mínimo que marca la ley.
En esta situación o bien la empresa de seguridad adopta conductas
fraudulentas o delictivas para proteger su margen de ganancias, o
resigna ganancia neta. De este modo el cliente se beneficia con parte
de la renta producida por el sector de la Seguridad, por su mayor
poder negociador.
RESUMEN
Los clientes, entonces, compiten por la rentabilidad generada por los
servicios de Seguridad.
Existen segmentos del sector en el que los clientes carecen de poder
negociador. En estos segmentos, la baja de precios es motorizada por
otra fuerza, la de la aguda rivalidad entre numerosas empresas
competidoras.
En otros segmentos los grandes clientes tienen fuerte poder
negociador, y en ocasiones imponen condiciones que dejan a los
competidores en la disyuntiva de trabajar con ganancias mínimas o
directamente por debajo de su punto de equilibrio o no trabajar.
Muchos de estos clientes institucionales también tienen la capacidad
real de integrarse hacia atrás.
Por lo tanto, esta fuerza puede ser positiva, neutra o negativa para
el sector, dependiendo el segmento que se considere, y otras variables
como la realidad local, con fuertes diferencias regionales.
El autor de este artículo, Prof. Edgardo Frigo,
es consultor especialista en management de Seguridad, experto en capacitación y director de este Foro
Profesional.
Vea sus antecedentes en https://www.forodeseguridad.com/frigo.htm